Espacio de Psicoanálisis Contemporáneo"

Espacio de Psicoanálisis Contemporáneo"

domingo, 26 de junio de 2016

"Diálogos con Hugo Lerner" . Junio de 2016




Las largas horas pasadas con Hugo Lerner en estos enriquecedores Diálogos....no pueden más que generar, en todos los espíritus sensibles al Psicoanálisis, cambios y revoluciones en nuestras formas de pensarlo. Lerner nos plantea un Psicoanálisis abierto a la dinámica de la complejidad de nuestro psiquismo plurideterminado por la pulsión, los vínculos primarios y la cultura de la época. Con un espíritu fuera de todo dogmatismo y adherencia religiosa a una sola forma de pensar el psicoanálisis contemporáneo, nos conduce a tener un pensamiento apartado de toda reverencia a una escuela en particular. No podemos transitar por la clínica contemporánea munidos de un pensamiento único.
Luego de este encuentro sin duda generaremos cambios en nuestro Espacio que serán comunicados y compartidos oportunamente con todos Uds.
"ESPACIO DE PSICOANÁLISIS CONTEMPORÁNEO. Continuaremos trabajando como lo veníamos haciendo, o sea con un criterio plural para dar cuenta de la complejidad del Psicoanálisis y su clínica en nuestros días. Transitamos por psicoanalistas que comienzan con Freud, para pasar por Winnicott, Green, Bion, Lacan, Aulagnier, McDougall, Botella, Rousillon, Kernberg, Ogden; entre otros.
Retomamos nuestras actividades a partir de Agosto, todos los miércoles a horas 21. La temática que se desarrollará desde Agosto dentro del Seminario de Sexualidad "Eros, hace cadena o encadena?" es sobre Bisexualidad(es) y Neosexualidad(es)


ESTAS INVITADO A INTEGRARTE....PIENSALO¡¡

¿Qué entendemos por Psicoanálisis Contemporáneo?



La conceptualización de Psicoanálisis Contemporáneo que se describe a continuación pertenece al psicoanalista argentino Fernando Urribarri (Asociación Psicoanalítica Argentina - APA. Revista Zona Erógena) basado en la obra del psicoanalista francés André Green. 

"Una pléyade de analistas busca superar los impasses provocados por los reduccionismos y dogmatismos post-freudianos (kleinianos y lacanianos), inaugurando una perspectiva contemporánea que luego de más de treinta años alcanzó su madurez.
Los ejes de este Modelo Contemporáneo abarcan una lectura renovada de Freud que revaloriza la metapsicología y el método freudiano, la apropiación crítica y creativa de los aportes post-freudianos y una extensión de la clínica a los desafíos de los cuadros no-neuróticos.
Se concibe el funcionamiento mental como un proceso heterogéneo de representación que liga y simboliza las relaciones “en” y “entre” lo intrapsíquico (centrado en la pulsión) y lo intersubjetivo (centrado en el objeto y la cultura). La concepción freudiana de la representación se ve extendida,  complejizada, abarcando desde el cuerpo y el afecto hasta el pensamiento.  La representación es definida como la función básica del psiquismo. La metapsicología contemporánea acentúa la heterogeneidad, la terceridad, la procesualidad y la poiesis o creatividad.
En el cuadro clínico de referencia la “no-neurosis” (borderlines, narcisistas, alexitímicos, psicosis blanca, etc) existe un doble frente de conflictos, simultáneos y escindidos; por un lado un conflicto pulsional entre el Yo y el Ello y por el otro un conflicto pulsional e identificatorio entre el Yo y los objetos. El Yo se ve afectado a nivel de su estructura narcisista  y en su capacidad de simbolización (blanco de pensamiento, sentimiento de vacío).
En estos cuadros la trama triangular edípica está fallida. Manifestándose en diferentes aspectos como una deficiente diferenciación entre el objeto incestuoso y el objeto de identificación y apuntalamiento, las angustias de castración y penetración se ven vigorizadas por las angustias de intrusión y separación. Poseen mayor peso las pulsiones destructivas y los mecanismos primarios de defensa (escisión, desmentida) que las pulsiones sexuales y la represión. La sexualidad adquiere una dimensión traumática, más relacionada con la pulsión de muerte y se considera la potencialidad traumática del objeto que irrumpe en la constitución narcisística.
Desde la práctica se promueve la exploración de las condiciones de posibilidad y los límites de la analizabilidad. Se introduce el concepto de encuadre, destacándose el encuadre interno del analista y la compleja pluralidad de su funcionamiento mental en sesión. No corresponde meramente a situación material, sino se concibe como una función constituyente del encuentro y del proceso analítico; es institución y puesta en escena del proceso. El mismo posee un aspecto material y otro simbólico, cuya articulación crea el espacio analítico, que es un tercer espacio que hace posible el encuentro y la separación entre los espacios psíquicos del paciente y el analista, delimita un espacio intermedio. La interpretación adquiere un carácter conjetural que permite que el paciente tenga un margen de juego, que pueda tomarla o rechazarla.
El proceso psicoanalítico está basado en un modelo contemporáneo triádico: Transferencia/Contratransferencia/Encuadre. La significación del encuadre el “polisémico” incluyendo en la escucha la lógica de la unidad, del par, de lo intermedio, de lo triangular, de lo transgeneracional y del conjunto. El oído analítico debe estar preparado para escuchar la trama de un discurso polifónico  que abarca el polo pulsional y narcisista hasta la sonoridad del sujeto de la cultura o epocal.
Por ello el Psicoanálisis Contemporáneo considera al analista un “políglota”, debe hablar y entender diversas lenguas, con capacidad de escuchar y comunicarse según los diversos registros, los diferentes “idiomas” en los que se expresa lo inconsciente. También un analista “multicultural”: con una identidad plural, abierta a la alteridad, tanto de “otras” culturas psicoanalíticas, como a universos simbólicos más alejados del de la neurosis. Desde el pensamiento clínico hay una apertura al complejo campo de lo “no representado”.
Así mismo surge el concepto de contratransferencia integrada o encuadrada. No es considerada como un obstáculo relacionada con la neurosis del analista y conceptualizada por Freud, ni como totalizante y un correlato simétrico de la transferencia como fuera conceptualizada por los post-freudianos, sino que corresponde a un emergente del campo dinámico analítico. Transferencia y contratransferencia  son un efecto del encuadre. La CT no es una información sino la exigencia de un trabajo psíquico para el analista. El analista es un archivista de la historia del análisis, surgiendo la idea de encuadre interno del analista como una matriz representativa pre-consciente".